jueves, 20 de diciembre de 2012

Del cuaderno de un biólogo...

Leishmaniosis en la Argentina




Salvador Mazza - Flavio Niño
Evandro Chagas - Emanuel Dias
1939
    "…En la República Argentina existe la leishmaniosis en todos los aspectos que hemos señalado en los apartados anteriores, y si bien su conocimiento como enfermedad parasitaria se remonta al año 1916, es seguro que su existencia como tal sea tan antigua, como en los otros países americanos donde su identificación ha sido posible. Es verdad, también que, con anterioridad a dicha fecha, los médicos reconocían en la región norte del país, las lesiones propias de la " uta" y de las "espundia" y los maestros de la Dermatología como Sommer y otros enseñaban la manera de reconocerla.


          En el año 1916, Guillermo Paterson, medico inglés a cargo de la dirección del Laboratorio Bacteriológico de la Dirección de Higiene de la Provincia de Tucumán, reconoce por primera vez en el país la presencia de Leishmanias durante el examen microscópico de frotis practicado con material extraído de lesiones de un enfermo. Poco meses más tarde (1917), Alvarado y Etcheverry, en la ciudad de Jujuy, realizan igual comprobación en otro paciente, cuyos frotis remitidos a la Capital Federal fueron estudiados por Rosembusch, confirmando el hallazgo parasitológico. Durante este mismo año, Neiva y Barbará efectúan un prolijo estudio en la zona sospechosa que pone de manifiesto la existencia de esta enfermedad en la región subtropical del país, con carácter endémico, señalando su importancia y difusión.

             Los estudios de Mazza y colaboradores en el norte de la República, permiten confirmar la importancia de la parasitosis y aplicar en el tratamiento de la misma nuevas drogas como la fuadina (1*) y la combinación de está con el yatren (2*) endovenoso, de gran eficacia para conseguir la curación de las lesiones. El Censo de enfermos realizados por Bernasconi, Cornejo, Canal Feijoó, Bejarano, Romaña, Nájera, Conejos y Abalos, y muchos otros autores, muestra la existencia de gran cantidad de pacientes y el reconocimiento de nuevos focos de endemia leishmaniósica en el territorio de la República. Las recientes Jornadas Entomo-epidemiológicas (1953), auspiciadas por el Ministerio de Ejército de la Nación, han destacado, una vez más, la importancia que adquiere la parasitosis en la Argentina y la necesidad de encarar su estudio de una manera integral (Bejarano). Lo manifestado hasta ahora se refiere a las leishmaniosis en general y muy especialmente a la leishmaniosis cutáneo-mucosaque es la mejor conocida en todos sus aspectos.

         De la Leishmaniosis visceral sólo se conoce un número limitado de observaciones (las de Mazza y las de Romaña), todas ellas dentro del área de difusión de la leishmaniosis cutáneo-mucosa; es posible que estudios más prolijos muestren una mayor frecuencia del kala-azar en el territorio de la República Argentina.”

Dr. Flavio L. Niño
"Parasitología Zooparásitos y Patologías de los Zooparasitosis Humanas"
 Editorial José M. Cajica, Jr. 1958, México



1*  18-Hidroxi-7-iodo-5-quinolina ácido sulfónico (Anayodin®, Loretin®, Yatren®, Chiniofon)

2* antimoniato de bis-catecol-3,5-disulfonato sódico (Stibophen®, Repodral®, Fuadina®)



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